Une adresse onéreuse, indiscutablement, mais une adresse d'exception ! Une expérience à vivre pour les amoureux des infusions. Il y a fort à parier que vous ne goûterez plus vos thés de la même manière lorsque vous aurez découvert la subtilité des thés préparés ici par la maîtresse du thé, Yu Hui Tseng. L’ambiance est tout à fait authentique avec des bouilloires où l’eau est toujours maintenue à la bonne température. Les thés viennent de Chine et de Taïwan. C’est la plus grande cave à thés au monde avec plus de 1 000 variétés proposées, que du haut de gamme ou presque. Si vous décidez de casser votre tirelire pour vous offrir du thé, une théière, vous recevrez ici tous les conseils utiles : comment culotter votre théière, et comment préparer au mieux le thé choisi. Pour la dégustation, il est préférable de réserver, surtout en fin de semaine.
Le saviez-vous ? Cet avis a été rédigé par nos auteurs professionnels.
Avis des membres sur MAISON DES TROIS THÉS
Les notes et les avis ci-dessous reflètent les opinions subjectives des membres et non l'avis du Petit Futé.

Le magasin propose une quantité de thés inimaginable. Ce qui fait plaisir c’est que l’on parle de thé sans ajout d’arômes comme chez tant d’autre vendeurs. Ici le thé est « naturel », son terroir, l’âge du théier, la variété du théier, la fermentation et l’élevage vont seul déterminer ses arômes.
La propriétaire et les vendeurs sont érudits sur le thé, vraiment. Ils vous font voyager et partagent leur savoir, parfois avec une petite pointe de condescendance face aux questions de néophytes et aussi avec un peu d’agacement quand on ne semble pas saisir l’incroyable richesse aromatique du thé.
La propriétaire propose un parcours initiatique à celui qui veut s’aventurer sur ce chemin. On a le sentiment de rentrer dans une aventure un peu exclusive, un monde réservé à des personnes plutôt aisées vu le prix du thé.



El lugar ha sido un descubrimiento, un encuentro a ciegas, sin recomendaciones previas, carta y referencias disponibles tan extensa como en ningún otro lugar en el continente que yo conozca. Como amante y consumidor exigente, me he llevado tres referencias del perfil de té que consumo a diario, dos Oolong de Taiwan ( Fu Shou Shan Tie Guan Yin y Zhan Shu Hu )y un Gyokuro de Yame. Los dos Oolong proceden de cultivares propios en Taiwan, solo cosechan si se dan las condiciones óptimas y tan solo se producen alrededor de 80 Kg al año. Este mimo y búsqueda de la perfección son visibles y palpables tras la tercera infusión, las hojas aterciopeladas, carnosas , intactas enrolladas delicadamente en un grano aceitoso y graso, llevan a cabo su baile elegante y tortuoso a 100 grados para volver a su forma inicial, demostrando nuevamente todo el esplendor y luminosidad del momento en que fueron cosechadas.
A pesar de la calidad excelente de la materia prima, he de hacer referencia a dos cuestiones, que son los motivos por los cuales no doy las cinco estrellas y que van de la mano. El primero es el sabor .Si no eres un conocedor de ambos perfiles de te, pueden sin duda marcar un hito , abrirte las puertas al jardín y poner tu listón en un lugar al que te va a costar llegar, vas a tener que probar y rebuscar para llegar de nuevo a ese estandarte. Un Oolong de altitud puede darte 15 infusiones sin palidecer, manteniendo un punch de sabor y aroma intacto, larguisimos en el aftermouth, con leves transiciones y virajes propios de cada sesión gongfu, que van a realzar ciertas connotaciones en unos momentos y apaciguarse para sobresalir otras menos perceptibles de inicio en otros, proponiéndote el juego habitual. Dicho esto, ambos se han comportado del mismo modo, tímidos de inicio y retraídos tras la quinta infusión, un aftermouth ligero, poco duradero y aunque perfectamente identificables en cuanto a las notas más habituales del perfil en cuanto a pastelería, flor, crema, mantequilla, etc el símil en perfumería sería que ambos Oolong eran una copia bien hecha del perfume original.
El segundo motivo por el cual doy 4 estrellas es porque la persona al cargo que me ha atendido, me ha tratado de forma condescendiente y con cierta soberbia y falta de humildad , frases como “ el oolong que yo tengo está muy por encima de los demás” o “los demás oolong que llegan a europa tienen perfume artificial añadido” o “ el te verde japonés es el más fácil de preparar, mi hijo lo prepara como un maestro”…la maestría de la que hablaba al principio, debería dejar un poso no solo en el conocimiento del género que trabajas, si no en el conocimiento del cliente, en este caso vulgar amante de la camelia sinensis. Los paladares no están en venta.
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Questions fréquentes :

Merci encore Maître Tseng !