Restaurant situé au cœur de la fameuse Petite France dans un cadre superbe à Strasbourg.
Situé au cœur de la fameuse Petite France et en bordure de l'Ill, impossible de ne pas être sensible à ce magnifique bâtiment alsacien dénommé Au Pont Saint-Martin. Cet établissement propose une cuisine de tradition avec les tartes flambées, les Grumbeerekiechles (galettes de pommes de terre de la région), la choucroute, la tête de veau, ou encore les célèbres bouchées à la reine. Le cadre est superbe, la terrasse fleurie et très agréable à la belle saison et le panorama superbe... Le rapport qualité-prix saura conquérir le touriste de passage tout comme les locaux déjà conquis depuis longtemps ! Une adresse à recommander auprès de vos amis !
Le saviez-vous ? Cet avis a été rédigé par nos auteurs professionnels.
Avis des membres sur AU PONT SAINT-MARTIN
Les notes et les avis ci-dessous reflètent les opinions subjectives des membres et non l'avis du Petit Futé.


Getränke wurden vergessen. Ok, kann mal passieren. tarte flambée war kalt. Bedienung war entweder überfordert oder hatte nicht wirklich viel Lust zu Arbeiten.


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Questions fréquentes :

Teníamos una reservación y llegamos con mi pareja unos 40 minutos antes. Sabíamos que era pronto, pero el señor encargado nos recibió con una actitud bastante agresiva y nos dijo que no podíamos esperar ni dentro ni cerca del lugar porque “todo estaba lleno”. Aunque nos pareció poco amable, decidimos entenderlo y fuimos a tomar algo a otro sitio hasta que llegara nuestra hora.
Cuando regresamos y pedimos nuestra comida, le pedimos específicamente un steak con hígado de pato, incluso señalamos el plato en el menú para evitar errores, y también indicamos el término deseado de la carne. A pesar de esto, nos trajeron un plato completamente distinto y el término del steak no era el correcto. Al preguntar por el error, el encargado respondió con una actitud muy poco profesional, diciendo que “no podía ver desde esa distancia”, como si la culpa fuera nuestra.
Finalmente, reconoció el error y trajo el hígado de pato por separado, sin cobrárnoslo, pero el mal momento ya estaba hecho. Durante la cena, vimos al mismo señor gritarle en francés a los meseros del restaurante, lo cual no solo fue incómodo, sino que generaba un ambiente bastante tenso.
Una lástima que un lugar con buena comida termine dando una experiencia tan desagradable por culpa de una mala atención al cliente.