LE VILLAGE HOSTEL
Hôtel à l'ambiance montmartroise équipée de chambres avec douche et wc, une terrasse avec vue sur le Sacré-Cœur.
Le Village Hostel a su garder une ambiance montmartroise avec une décoration typique du Montmartre des années 1900. Toutes les chambres sont équipées de douche et de wc. Des studios pour 2 ou 3 personnes avec cuisine et salle de bains sont possibles. La salle de réception et le café ouverts tous les jours jusqu’à 2h du matin, avec ses poutres apparentes du XIXe siècle, son coin bibliothèque et sa superbe fresque de style impressionniste, réalisée par l’artiste américaine Mary Blake, plonge ainsi dans cette atmosphère typiquement parisienne. La terrasse offre une vue imprenable sur le Sacré Cœur.
Le saviez-vous ? Cet avis a été rédigé par nos auteurs professionnels.
Avis des membres sur LE VILLAGE HOSTEL
Les notes et les avis ci-dessous reflètent les opinions subjectives des membres et non l'avis du Petit Futé.




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Questions fréquentes :

La ubicación es buena, sí, pero en Montmartre hay muchas otras opciones igual de bien situadas y con un servicio mucho mejor.
Pagamos una cantidad considerablemente superior a la media de la zona porque reservamos una “habitación superior con vistas”, tal y como aparecía en las fotos oficiales del hotel, que mostraban una estancia luminosa con bañera y vistas al Sacré-Cœur. Antes de reservar, escribimos al hotel para asegurarnos de que nos asignarían exactamente esa habitación, y nos confirmaron por email que así sería.
La realidad fue muy distinta. A nuestra llegada, el hotel resultó ser más viejo y descuidado de lo que aparentan las imágenes (aunque eso, en parte, se puede entender). Sin embargo, la habitación que nos dieron no era ni “superior” ni tenía las características anunciadas: no medía los metros indicados, no tenía bañera y las supuestas "vistas" eran desde un segundo piso.
Solicitamos una solución en recepción y también un descuento, ya que claramente no se correspondía con lo que habíamos reservado. La respuesta fue nula. Nadie se hizo cargo. Mandamos correos electrónicos, tampoco respondieron. Solo después de insistir mucho, nos cambiaron al día siguiente a una habitación algo mejor, pero tampoco era la que se había prometido: seguía sin bañer y desde luego no era la de las fotos.
Además, olvidamos una camiseta en la primera habitación durante el cambio y ha desaparecido. Estamos seguras de que la dejamos allí, ya que nos la probamos justo antes de hacer la maleta, pero nadie dio respuesta ni solución.
Para colmo, nos cobraron las tasas turísticas dos veces: una en efectivo y otra por tarjeta. Hemos comentado todo esto con el personal se limitó a decirnos que hiciéramos la reclamación que quisiéramos, que ellos no iban a solucionarlo.
Y por si fuera poco, bajo la excusa de "proteger el medio ambiente", no limpian la habitación durante tu estancia. Podemos entender que no cambien a diario las toallas o la ropa de cama, pero ni siquiera hacen la cama ni limpian un mínimo, lo cual resulta inaceptable teniendo en cuenta el precio que se paga.
Un trato totalmente indiferente, cero responsabilidad y cero profesionalidad. Hay muchos otros hoteles en Montmartre con mejor atención, más transparencia y sin estos problemas. No volveríamos ni lo recomendaríamos jamás.