HÔTEL LE BRETAGNE

Hotel très bien placé en plein centre ville du vieux vannes .les chambres sont très propres et l accueil ainsi que les petits déjeuner sont parfait .rapport qualité prix rien à redire .si nous revenons sur vannes ce sera notre adresse sans hésiter.

Chambre de taille correcte, avec une décoration originale et une belle vue sur les remparts, mais salle de bain assez petite. Par ailleurs le pommeau de douche avait quelques petits soucis au niveau de la précision du jet d'eau et une ampoule dans la chambre ne marchait pas, pour les lampes de chevet.

Lit très confortable, propre, spacieux.

Les membres du personnel sont très sympathiques, accueillants, respectueux et polis, toujours prêts à répondre à nos demandes d'informations ou de renseignements.
Petit-déjeuner copieux et très bon, avec des produits frais sélectionnés. Salle de petit-déjeuner joliment décorée également.

Hôtel original et très bien situé, facile d'accès quand on est à pieds et offrant la possibilité de facilement accéder aux commerces, restaurants, rues menant au port ou à la gare.

Hôtel agréable et bien situé

Hôtel très bien situé : 10 min la gare, 10 min du centre, 5min des remparts, 15min du port. Décoration refaite récemment. Personnel accueillant et souriant. Bon petit déjeuner (12 €).|Mais c’est un petit hôtel : salle du petit déjeuner petite donc obligation de donner un horaire. Chambre petite (env. 1m autour du lit) et salle de bains petite (impossible de tenir à 2)...Seule la cabine de douche est spacieuse...

En el corazón de Vannes, donde la historia se respira en cada esquina, hay un pequeño oasis de tranquilidad: Hotel Le Bretagne. Este acogedor establecimiento, con su inmejorable ubicación a espaldas de la catedral, se revela como una joya para los viajeros que buscan una experiencia cultural y relajada.||Desde el primer momento, la calidez y el trato personal de los propietarios te envuelven en un ambiente familiar. La recepción, aunque con un horario limitado, se adapta a las necesidades de los huéspedes, permitiendo dejar el equipaje y ofreciendo toda la información necesaria para disfrutar al máximo de la ciudad. Esto es importante porque ellos están presentes por las mañanas y por las tardes dentro de su horario, fuera de este no están en persona en el hotel por lo que necesitas una llave para acceder al mismo. Por eso si llegas antes del check-in (es a las 15 horas) o te vas más tarde de las 11 horas que es el check-out es importante que les informes para que te puedan dejar un lugar para que dejes el equipaje hasta que puedas acceder a la habitación o te vayas.||La habitación, aunque modesta en tamaño, resulta acogedora y funcional. La decoración, con un toque vintage, y las vistas al patio interior con la muralla medieval como telón de fondo, crean un ambiente único y romántico. En nuestro caso nos tocó una habitación con vistas a la muralla. La limpieza impecable y la tranquilidad que se respira en cada rincón invitan al descanso y a la desconexión. No se escuchan ruidos por lo que la calidad del sueño es inmejorable.||La ubicación del hotel es simplemente perfecta. A pocos pasos de la catedral, de la estación de tren y de numerosas paradas de autobús. Puedes explorar la ciudad a pie sin esfuerzo. Además, la abundancia de tiendas de alimentación en los alrededores, como el Monoprix y el Carrefour Express, así como cafeterías, resulta muy útil para los viajeros que preferimos prepararnos un tentempié para recorrer la ciudad.||Entre los detalles que más valoramos, destacamos la atención personalizada de los propietarios, en todo momento intentaron ayudarnos a pesar de que no hablaban español pero hablan francés e inglés, por lo que hacen lo posible por que les entiendas y al revés.||En resumen, Hotel Le Bretagne es mucho más que un simple alojamiento. Es un lugar donde sentirse como en casa, en el corazón de una ciudad llena de historia y encanto. Si buscas un hotel pequeño, tranquilo y con una excelente ubicación, este es sin duda el lugar ideal para tu próxima escapada.